La vía láctea sobre el mar de nubes de la caldera de Taburiente, La Palma.
Ya se pueden distinguir las primeras luces rojizas del amanecer justo en el horizonte, donde tambien se divisa la silueta del Teide en Tenerife. La estrella más brillante es en realidad el planeta Venus.
El mar de nubes, impresionante esa noche, cubría casi la totalidad de la caldera de Taburiente dando un aspecto casi mágico a la visión. La vía láctea luce en el cielo de forma espectacular en el cielo palmero como casi todas las noches.