Galaxia Espiral de Andrómeda (M31) y Galaxias Satélite (M110 y M32)
Hace menos de un siglo, los grandes astrónomos Harlow Shapley y Herber D. Curtis (1920) aún debatían si todo el Universo se limitaba a nuestra Galaxia, donde esas recientemente observadas “nebulosas espirales” debían encontrarse dentro de la misma o si, por el contrario, constituían sistemas estelares lejanos semejantes a la Vía Láctea a modo de otros “universos isla”. Fue el astrónomo Edwin Hubble quien, utilizando el método descubierto por la astrónoma Henrietta Leavitt basado en las estrellas variables Cefeidas, determinó la distancia a la galaxia M31 y confirmó que se trataba, efectivamente, de un sistema estelar como la Vía Láctea, pero situado mucho más lejos.
La galaxia de Andrómeda, también conocida como M31, es la Galaxia Espiral más cercana a la nuestra, la Vía Láctea. Con aproximadamente un billón de estrellas, está situada a 2,5 millones de años luz de distancia, por lo que los fotones registrados en esta imagen partieron de la misma cuando los homínidos aún evolucionábamos en Sudáfrica. Resulta interesante que su luz cada vez tarda menos en llegarnos, dado que M31 se aproxima a una velocidad de 300 km/s y colisionará con la Vía Láctea poco antes de que muera el Sol.
Andrómeda es la mayor de las tres galaxias espirales del Grupo Local, nuestro vecindario galáctico, y su tamaño en el cielo es muy considerable: más de tres grados que equivalen, en nuestra particular unidad de medida, a casi siete Lunas llenas alineadas. Lástima que nuestros ojos no nos permitan distinguir más que su brillante núcleo. Aun así, se trata del objeto más lejano del Cosmos que podemos ver sin ayuda de instrumentos desde lugares especialmente oscuros. En la imagen también se aprecian dos Galaxias Elípticas (M110 y M32) que están orbitando la galaxia de Andrómeda y que también forman parte del medio centenar de galaxias que conforman el Grupo Local. En primer plano, se aprecian unas 80.000 estrellas individuales y regiones muy rojas (regiones HII), pertenecientes a nuestra propia galaxia y que se encuentran simplemente en la línea de visión. Sin embargo, unos pocos puntos brillantes (unas decenas) corresponden a cúmulos globulares que orbitan M31.
En el mapa estelar se ha señalado la región cubierta del cielo mediante un cuadrado rojo. Resulta curioso que, sin la ayuda de instrumentación, tan solo dos de las estrellas más brillantes (señaladas en la imagen) resultan visibles, además de “intuirse” el núcleo de M31.
La imagen es el resultado de sumar 18 exposiciones de 600s en cada uno de los 3 filtros anchos R(rojo), G(verde) y B(azul), más 14 exposiciones de 1.800s en el filtro estrecho Hα con el Astrógrafo Sky Treasure Chest (STC) de la UC3. Autor: D. López ©IAC