El airglow (o luminiscencia nocturna) es la emisión de luz por una atmósfera planetaria causada por la reestructuración de átomos en forma de moléculas que habían sido ionizadas por la luz solar durante el día, o por rayos cósmicos. En la Tierra la fuente de emisión está conformada por varias capas. Las principales son la capa del OH, a unos 85 km, y la de O2, situada a unos 95 km de altura, ambas con un grosor aproximado de unos 10 km.
Sin embargo, el elemento más importante por su concentración que genera el fenómeno del airglow es el nitrógeno, tanto cuando combina con el hidrógeno como cuando se combina con el oxígeno; pero también se puede encontrar luminiscencia con OI y NaI.
Que este tipo de radiación sea visible de forma tan clara, da la idea de la calidad del cielo y de la oscuridad del mismo, ya que es imposible de observar en lugares mínimamente contaminados lumínicamente o en días con algo de Luna.